Es
cierto, no solemos apreciar todo lo que tenemos.
No
apreciamos lo bonito que es que despertarse y ver el cielo,
No
apreciamos el placer que genera terminar de correr,
No
apreciamos el privilegio que tenemos al poder oír nuestra risa,
No
apreciamos las facilidades de movimiento que tenemos,
No
apreciamos la posibilidad de vernos todos los días en un
espejo,
No
apreciamos poder tocar otras manos,
No
apreciamos la energía que trasmite un buen abrazo,
No
apreciamos poder expresar con palabras cómo nos sentimos.
Por
otro lado, tampoco apreciamos las diferencias. Tratamos de clasificar
todo lo que vemos como si todo se pudiera clasificar, como si nada
tuviera segundas, terceras o cuartas variables.
En
el caso de las discapacidades o enfermedades solemos clasificar a
todas las personas que tienen alguna de ellas, como si todas ellas
fueran ''iguales'' por tener esta dificultad en común. Creo que no
habré sido la única que alguna vez en su vida ha oído:
''
Los Síndrome de Down son así porque blabla '', por ejemplo.
Solo
con esta frase ya estamos clasificando a todas aquellas personas con
dicho síndrome, como si todas estas tuvieran las mismas
características y el mismo grado. Cada persona posee unas
habilidades únicas, en las cuales suele influir nuestra genética.
Es decir, cada uno de nosotros desarrolla unas características
únicas, las cuales no tienen por qué ser mejor o peor al resto,
simplemente asimilamos de manera diferente la información, al igual
que reaccionaremos de manera diversa ante múltiples estímulos.
Considero
que ya es hora de apreciar todos los aspectos positivos que cada
persona tiene. No debería existir la palabra ''normal'', ya que
nadie podrá llegar jamás a ese ideal. Ninguno de los habitantes de
la Tierra sería hoy en día considerado normal, ya que en un aspecto
u otro somos diferentes a la gran mayoría. Mejor dicho, ni hoy ni
nunca, a no ser que empezáramos a ser robots.
Os
recomiendo que veáis el siguiente vídeo:
Esta
semana me gustaría acabar tratando en concreto la discapacidad
motora, ya que navegando por Facebook he acabado leyendo la historia
de Iván, un chico de 27 años, el cual tuvo un accidente de moto.
Este le provocó una lesión medular en la vértebra C1, posee una
minusvalía del 90% y precisa de un respirador mecánico las 24 horas
del día.
En
aquel momento me di cuenta que cualquier día podemos ser nosotros
los que dejemos de disfrutar de muchas habilidades que poseemos hoy
en día, incluso de nuestros propios sentidos. A todo ello que
tomamos como parte de nosotros, debemos asimilar que puede que no sea
para siempre, al igual que debemos comprender que existen muchas
personas que cadecen de algunos de ellas o ellos. Por este motivo,
debemos disfrutar de todo lo que hoy en día tenemos: leer, escuchar,
hablar, reír, correr, pasear, saltar, viajar, acariciar, besar...
Acciones que consideramos como ''normales'' y quizás no lo sean
tanto como creamos para todos.
De
una manera u otra el dinero siempre tiene relación con los temas de
actualidad, en este caso no iba a ser menos. La historia de este
chico me hizo reflexionar sobre la gran injusticia que es no poder
cubrir las necesidades básicas de personas discapacitadas, porque
como él bien dice ''no es un capricho, sino una necesidad''. Su
necesidad, una silla de ruedas eléctrica que le garantice una vida
más independiente y sin futuras complicaciones físicas. Esta asciende a
la cantidad de 21.000 €, de la cual la sanidad pública no se hace
cargo al completo. Mientras, parece ser más necesario que nuestros
ministros lleguen al congreso con coches mucho más caros que esta
silla de ruedas eléctrica.
Para
conocer un poco más su historia y poder firmar para ayudar en su
causa podéis pinchar en el siguiente enlace, al igual que sería de
gran ayuda que lo podáis compartir en cualquier red social. Está en
nuestra mano luchar contra esta injusticia y conseguir que alguien
tenga una vida más feliz y accesible.
Correo
para cualquier sugerencia: lauranocete@gmail.com
Instagram:
@laura_npellicer
''
Con el paso del tiempo dejamos de valorar lo esencial. ''
L.
ENGLISH
It's
true, often we don't appreciate everything we have.
We
don't appreciate how nice it's to wake up and see the sky,
We
don't appreciate the pleasure that generates finished running,
We
don't appreciate the privilege we have to be able to hear our
laughter,
We
don't appreciate the disabled facilities we have,
We
don't appreciate the possibility to see each other every day in a
mirror,
We
don't appreciate not being able to touch other hands,
We
don't appreciate the energy that conveys a good hug,
We
don't appreciate being able to express in words how we feel.
On
the other hand, we don't appreciate the differences. We try to sort
everything we see as if everything could be classified as if nothing
had second, third or fourth variables.
In
the case of disabilities or illnesses, usually classify all people
who have any of them as if they all were ''equal'' to have this
difficulty in common. I don't think I will have been the only one
ever in your life heard:
''
Down's Syndrome are blabla because blabla '', for example.
Only
with this phrase we are classifying all those people with this
syndrome, as if all these had the same characteristics and the same
degree. Each person has unique skills, which often influences our
genetics. That is, each of us develops unique characteristics, which
need not be better or worse for the rest, simply we assimilate
information differently, as variously react to multiple stimuli.
I
believe it's time to appreciate all the positive aspects that each
person has, there should be the word ''normal'' because no one can
ever reach that ideal. None of the people on Earth today would be
considered normal, because in one aspect or another we are different
to the majority. Rather, today or never, unless we began to be
robots.
I
recommend that you see the following video:
This
week I would like to finish dealing specifically motor disabilities,
because I was browsing Facebook and I finished reading Ivan's story,
a boy of 27 years who had a motorcycle accident. This caused a spinal
cord injury in the C1 vertebra, he has a disability of 90% and he
requires a mechanical ventilator 24 hours a day.
At
that moment I realized that any day can be us who stop to enjoy many
skills that we have today, including our own senses. To all this we
take as part of us, we must assimilate it may not be forever, just as
we must understand that there are many people whose haven't got them
or some of them. For this reason, we must enjoy everything we have
today: reading, listening, talking, laughing, running, walking,
jumping, travel, fondling, kissing... Actions that we consider as
''normal'' and maybe these aren't for everyone.
One
way or another, the money always is related to current issues, in
this case wouldn't be less. The story of this guy made me reflect on
the great injustice that is unable to meet the basic needs of
disabled people, because as he rightly says, '' it isn't a whim, it's
a necessity''. His need is an electric wheelchair that guarantees a
future with independent life without physical complications, is the
amount of 21,000 €, which public health doesn't take the full.
Meanwhile, it seems more necessary that our ministers come to
Congress with cars more expensive than this electric wheelchair.
To
learn more and to sign his story to help him cause, you can click on
the following link, as you would help him if you share it on any
social network. It's in our hands to fight this injustice and get
someone to have a happier life and accessible.
https://www.change.org/p/consejer%C3%ADa-de-sanidad-universal-y-salud-p%C3%BAblica-valencia-por-la-necesidad-de-una-silla-de-ruedas-con-bipedestaci%C3%B3n-y-una-vida-digna
Mail
for any suggestion: lauranocete@gmail.com
Instagram:
@laura_npellicer
''
Over time we assess the essential. ''
L.
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