Los años que cumplimos son el regalo que tenemos para conocernos más y saber aprovechar mejor cada día de nuestra vida. Espero que lo sigas haciendo igual de bien que estos últimos años. Te has dado cuenta que solo nos tenemos que quedar con lo bueno y disfrutar de ello.
Y lo sé, seguro que estás pensando que 50 ya pesan. Pero yo pienso que ya quisiera cualquiera tener la energía que tú tienes y mucho más esas ganas de vivir.
Te escribe tu hija Laura para decirte...
Hacernos viejos es obligatorio pero dejar de querer aprender, viajar y cumplir sueños es opcional.
Tengo que reconocer que a veces pareces una quinceañera, pero creo que lo he llegado a preferir.
Mé pare a recordar cada día de mi vida y me di cuenta que siempre he estado enamorada de ella, si se puede estar enamorado de algo que no puedo tocar. Estoy enamorada de las emociones, de la risa, de los días soleados y no tan soleados, de mis rabietas, de los momentos buenos, del mundo. Estoy enamorada de la vida. Quiero que tú también lo estés mamá.
En este caso, te tengo que felicitar un año más, felicidades porque tú eres de esas personas que vive y no solo respira. Te quiero.
La tarjeta que te he entregado vale por una sorpresa hoy domingo, de 1 a 5 eres mía. Solo te pido bañador y ganas de divertirte. Mi regalo no es material, pero sí sentimental y de sensaciones.
PD: Un día te dije que ya no subiría fotos contigo por tus quinceañerías pero tiempo atrás también decidí hacer todo lo que me apeteciera, demostrando lo que sienta. Como ves, lo he hecho.
Y lo sé, seguro que estás pensando que 50 ya pesan. Pero yo pienso que ya quisiera cualquiera tener la energía que tú tienes y mucho más esas ganas de vivir.
Te escribe tu hija Laura para decirte...
Hacernos viejos es obligatorio pero dejar de querer aprender, viajar y cumplir sueños es opcional.
Tengo que reconocer que a veces pareces una quinceañera, pero creo que lo he llegado a preferir.
Mé pare a recordar cada día de mi vida y me di cuenta que siempre he estado enamorada de ella, si se puede estar enamorado de algo que no puedo tocar. Estoy enamorada de las emociones, de la risa, de los días soleados y no tan soleados, de mis rabietas, de los momentos buenos, del mundo. Estoy enamorada de la vida. Quiero que tú también lo estés mamá.
En este caso, te tengo que felicitar un año más, felicidades porque tú eres de esas personas que vive y no solo respira. Te quiero.
La tarjeta que te he entregado vale por una sorpresa hoy domingo, de 1 a 5 eres mía. Solo te pido bañador y ganas de divertirte. Mi regalo no es material, pero sí sentimental y de sensaciones.
PD: Un día te dije que ya no subiría fotos contigo por tus quinceañerías pero tiempo atrás también decidí hacer todo lo que me apeteciera, demostrando lo que sienta. Como ves, lo he hecho.
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