domingo, 4 de septiembre de 2016

Aprender a vivir.

En todo el tiempo que llevo de vida considero que nunca se deja de aprender, que nunca podemos vivir el tiempo suficiente para haber aprendido a vivir. No tenemos que tener miedo a los errores, a las equivocaciones. No somos genios ni robots, somos animales en cuerpos de hombres y mujeres.

Sin embargo, hay una cosa que tengo bastante aprendida con lo joven que soy y me da pena que no todos lo vean tan claro. Desde que nacemos tenemos vida todos los días pero nos cuesta creer que cualquiera puede ser el último, desaprovechamos oportunidades como si pudiéramos aplazarlas a otro día que nunca llega, dejamos de decir lo que sentimos como si fuera algo malo decir te quiero públicamente, dejamos de arriesgarnos por miedo a perder, aplazamos las quedadas con personas que nos importan como si siempre fueran a estar cerca, vivimos anclados en el mismo lugar por miedo a lo desconocido...

Aprendí el siguiente lema: "Ya pararé cuando caduque". Y así es, cada espacio de tiempo que tengo libre no utilizo la acción STOP, solo para lo justo y a veces ni eso, eso no quita que también sea necesario realizar actividades relajantes. Desde entonces estoy viviendo, no solo respirando.

Unos dicen que necesitan más dinero para salir de casa, otros que necesitan más tiempo, otros que necesitan compañía, otros que necesitan que existan nuevos lugares. Yo digo que faltan ganas de vivir.

Eso sí, cuando encuentras a alguien que tiene ganas de vivir acabas absorbiendo su buena energía, consigue que veas las horas como infinitas oportunidades de experimentar.

Desde aquí os invito a aprovechar vuestros días, no solo se pueden absorber buenos momentos en vacaciones. Una simple noche en la playa o la montaña son unas largas horas de vacaciones cerebrales increíbles.

Quiero despertarme y que sea mejor vivir que soñar para que nunca tenga ganas de dormir. Para soñar despierta de verdad, no como nos quieren hacer creer. 

1 comentario:

  1. En serio, flipo contigo! me encanta tu visión de la vida y la comparto totalmente, cada día intento cambiar un poquito más el chip para alejarme de la odiosa "zona de confort" y hábitos mal establecidos.
    Un saludo y nunca dejes de escribir.

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